John Fogerty abraza su pasado

Si los veteranos de la música se pusieran a contar los milagros del 2005, cerca del tope de la lista estaría la nueva relación de John Fogerty con el sello Fantasy Records y el lanzamiento de The Long Road Home: The Ultimate John Fogerty - Creedence Collection.

Fogerty en la época de CCR, con camisa a cuadros al micrófono.


El regreso de Fogerty al sello se da luego de una larga, muy publicitada y desagradable disputa legal con el anterior jefe de Fantasy, Saul Zaentz, quien adquirió la compañía durante el apogeo del grupo Creedence Clearwater Revival. Y qué apogeo que fue: una seguidilla de clásicos de la música americana, incluyendo "Proud Mary," "Bad Moon Rising," "Who'll Stop the Rain," "Green River" y "Lodi," por nombrar sólo algunos. En 1969, la banda vendió más discos que los Beatles.

Luego de crear algunos de los temas más duraderos del rock. la amargura de Fogerty sobre problemas por sus canciones y regalías autorales con Zaentz, hicieron que estuviera sin interpretar por más de dos décadas nada del material que había escrito, cantado y grabado como líder de CCR. Luego de una epifanía en la tumba de Robert Johnson, Fogerty finalmente comenzó a tocar las viejas canciones de nuevo en la década de los años 90, para deleita de sus viejos fans.

En el 2004, Fantasy fue adquirida por el grupo Concord Music Group, cuyos miembros incluían al legendario productor de televisión Norman Lear. Cómodo con el nuevo liderazgo de la compañía y complacido por un arreglo comercial más conveniente, Fogerty está claramente alegre con el lanzamiento del cd con 25 canciones The Long Road Home, el primer cd que presenta éxitos de CCR junto a su material solista, incluyento el éxito de 1985 , "Centerfield."

Fogerty quizás nunca supere sus sentimientos contra el viejo régimen de Fantasy. Sin embargo, en una reciente conversación con CMT.com, el alegre, dinámico tono de sus voz parece indicar que está más cómodo que nunca con el pasado.

CMT: A través de los años, usted estuvo involucrado en varios contratos con Fantasy Records, pero no era usted totavía un adolescente cuando firmó su primer trato con ellos?

Fogerty: Cuando crucé la puerta allí por primera vez, tenía 18 años y creo que firmé entonces el contrato o fue a los 19.Luego, hubo otra firma. Ahí fue donde la quedé.

La mayoría de los músicos no ven más allá de lograr su primer disco en el mercado. ¿Fue esa su actitud?

Oh, sí. El primer contrato, especialmente, de esa manera, con ese tipo de negación que los niños tienen. Cuando sos joven, te creés inmortal, no? Van a vivir para siempre, y no podés decirles nada. Seguro que yo tuve grandes dosis de eso. Como decís, es importante tener la atención de ese tipo ahora mismo (risas). Si un tipo importante en una empresa grabadora va a lanzar tu disco al mercado, no querés dejarlo que se olvide de eso antes de que se meta a hacer alguna otra cosa. Y te pensás que todo se va a resolver si lográs hacer que salga el disco. Y luego, afortunadamente, será un éxito, y todos te sonreirán y te tomarán más en serio.

La industria musical no era tan sofisticada allá en los '60s y principios de los '70s. Parece que los artistas no tenían a dónde recurrir cuando tenían que manejar sus asuntos de negocios.

Oh, ése era el bote en el que estábamos. No teníamos acceso. No teníamos un abogado, como un plomero que tenés en la familia cada vez que se te rompen los caños. No teníamos eso. El padre de Stu Cook (bajista de CCR) era abogado, pero no tenía nada que ver con la industria de la música para nada. Se suponía que Stu iba a mostrar el contrato a su papá. Pero como todos los jóvenes, supongo que no lo hizo. Creo que sólo volvió y nos dijo "Papá dice que está bien que firmemos"...Los primeros contratos fueron firmados con el espíritu de "Bueno, vamos a firmar así tenemos el disco a la venta."

Para los siguientes, sólo para darte una idea, uno de los primeros contratos fue bajo la propiedad de Fantasy Records. Y luego Saul Zaentz y otros socios adquirieron Fantasy Records por octubre del 1967. Saul era el representante de ventas durante los años cuando andábamos por ahí de adolescentes. Era el único que no hablaba la jerga beatnik. Todos los demás eran como viejos beatniks de principios de los y '50s.

Fantasy era una empreza de jazz.

Eran adictos al jazz. Ese era su mundo, donde Saúl más del mundo de los negocios, por lo menos. Entonces lo tratamos como nuestro amigo..

(Nota del editor: cuando la conversación telefónica es interrumpida temporariamente por estática en la línea, Fogerty ríe y bromea "El cielo se vino abajo cuando dije que vimos a Saúl como nuestro amigo")

Bueno, así era la cosa en esa época. Así que cuando Saúl compró la compañía, confiamos en él. Lo cual es la triste verdad. Creíamos que estábamos todos en el punto de partida. Sin acceso a un abogado que nos hubiera dicho "vamos a asegurarnos de que todas estas cosas queden por escrito" que, por supuesto, no estaban.

Con todo lo que nos ha dicho, puede calcular cuánto le ha costado la disputa legal con Fantasy?

Sólo puedo decir "millones". Literalmente, probablemente decenas de millones de dólares. Es tanto. Y para un tipo que vino de clases media baja...mucha de esa plata fue a Fantasy en lugar de llegarme a mí. Y también coo artistas estábamos en el fondo del tacho, con lo que nos pagaban... Y todo eso fue a Fantasy. La peor parte para mi carrera y mi vida personal, fue que todavía les debía tantos discos luego de que Creedence se separó. Todos los otros miembros quedaron libres inmediatamente, pero yo fui retenido. Y esto se estiró hacia el futuro, básicamente por el resto de mi vida. Eso fue parte de lo que me destruyó. Inmediatamente luego de la ruptura de Creedence en el '72, me informaron, "Tenemos los derechos sobre sus grabaciones en el futuro". Era básicamente 36 originales, más 10, no recuerdo correctamente, cada año.

¡Dios mío!

Eso significa temas. Eso es canciones. Treinta y seis más diez. Y aún les debía por cinco años más. 46 temas es probablemente más de cuatro álbumes. Por lo menos, al ritmo que los hacía Creedence. Generalmente, teníamos siete u ocho temas en nuestros discos. Tener que entregar 46, eso era realmente mucho. Tenían una línea que decía que los temas que no fueran entregados un año, automáticamente pasaban a sumarse a los del siguiente. Y si no entregaba ese año, se sumarían al siguiente. Así que básicamente, me vi trabajando por 28 o 30 años haciendo eso. Era imposible. En cierto punto, me tranqué. Era como 1973, y me dije "no puedo hacer esto. Es opresivo. My cerebro no puede...No estoy escribiendo canciones, estoy pensando en todo esto."

Esa batalla fue extremadamente pública. ¿Creés que la publicidad ha cambiado las cosas para bien en el negocio musical?

Supongo. Espero que los jóvenes piensen. Desafortunadamente, nunca pensás que esos tipos en un cuarto contigo pueden terminar siendo tus peores enemigos. Estás ahí diciendo "Oh, sí, entendemos. Vamos a hacer todo eso." Pero si no está escrito de la manera en que lo decís, eso significa que tenés que ir a un abogado que te represente, no al abogado que los representa a ellos. Tenés que hacerlo como las parejas divorciadas. De pronto, a pesar de que fueron amigos y amantes, ahora son enemigos.

Los comentarios en tu nuevo cd se refieren a volver a actuar en el delta del Mississippi. ¿Fue una decisión súbita o pensaste en ello?

Fue realmente como un relámpago. Esto sucedió en 1990. Viajé varias veces al Mississippi, dando vueltas como un tipo que estaría escribiendo un libro. Estaba actuando más bien de esa manera. Cuando fui por primera vez, ni siquiera sabía porqué. Seguí sintiendo esta necesidad. Siempre digo que es como el tipo en Encuentros Cercanos del Tercer Tipo, cuando está construyendo con el puré en la mesa del living y no sabe porqué sigue tarareando esas melodías en su mente (se rié). Así que finalmente aterricé en el Mississippi sin ningún plan. Terminé comprando mucha música y leyendo mucho sobre los viejos artistas del blues. Ese parecía ser mi interés.

Y un día, estoy en la tumba de Robert Johnson. Estoy pensando en la gran carrera de Robert y las míticas, 29 legendarias grabaciones que hizo. Estoy mirando al arbol donde Robert fue enterrado. Y estoy pensando que estas canciones son vitales ahora. Recuerdo que en 1990 estaba a casi un año de la gran caja de cds de Robert Johnson que iba a salir al mercado y que fue Disco de Platino. Y pensé "me pregunto quién tiene los derechos de esas canciones". Y luego tuve esta imagen negativa, pensé "Seguro que algún abogado...algún tipo sin gusto en un gran edificio en Nueva York con un enorme cigarro". Pensé "¡Dios! ¡Siempre nos joden! Eso apesta".

Y allí dije que no. Muy enfáticamente me dije. "No importa. Esas son canciones de Robert. Estoy de pie aquí con Robert Johnson, en su tumba. Él es el dueño espiritual de esas canciones." Esa fue la frase que me cambió. Mis ojos estaban inmensos y pensé "Justo como vos. ¿Lo ves? Sos es dueño espiritual. Escribiste las canciones. No importa qué pasaste, vos escribiste esas canciones. Las creaste. Viviste esas canciones y sos el que las puede cantar entendiendo realmente cómo surgieron. No importa el edificio y el malvado con su cigarro enorme. La historia de Robert es como la mía y allí es cuando me decidí.

¿Podés recordar las primeras noches cuando comenzaste a hacer las canciones de Creedence en vivo?


Blue Moon Swamp, de 1997, el gran regreso de Fogerty
al mundo del rock y del country.

Fue luego de que el album "Blue Moon Swamp" salió al mercado. Entendé que básicamente estuve 25 años sin cantar esas canciones. Ni yo me di cuenta que había pasado tanto, pero fue desde 1972 hasta 1997. Hubo una sola excepción. Toqué el 4 de julio en Washington D.C. en 1987. Di un concierto especial para veteranos y comencé con el riff de "The Old Man Down the Road" ... y me fui a "Born on the Bayou." Fue una locura. Todos sabían que no estaba tocando mis viejas canciones. Pero esto fue como un regalo para los veteranos y simbólico para mí. Aún así, pasé otros 10 años sin tocar esas canciones públicamente. Y me decidí en 1990 pero no fue hasta 1997 que salí a cantar esas canciones frente al público.

Una vez que hiciste la gira de Blue Moon Swamp, ¿sentiste una sensación de alivio al poder hacer esas canciones en el escenario?

Sí, estaba contento. Estaba metido con todo en eso, pero todo era nuevo. Estaba de gira otra vez, tocando mis viejas canciones y promocionando un disco nuevo, lo cual era raro porque había pasado tanto tiempo entre esos discos. Mi público, al principio, eran de los años 70. Veías a muchos hombres de 45 o 50 años, especialmente en esa época. Y muchos de ellos estaban llorando, así que fue muy emotivo. No estoy seguro, pero que muchos eran veteranos de Vietnam, así que esa fue una razón por la que estaban allí.

Con el correr del tiempo, el público es como un fragmento de la cultura americana y más, muy mezclada étnicamente, también hombres y mujeres de 60 hasta menos de 10.

¿Fue el hecho de que Norman Lear estuviera relacionado con la nueva compañía Fantasy un factor importante para tu regreso al sello?

Yo diría que sí, seguro que sí, al principio. Tengo una imagen muuy positiva de Norman. Él parece en paz con el mundo, así se ve. Es como a mí me gustaría estar con el universo. Él no está realmente en el día a día de mi relación con Fantasy. Él es dueño de Concord Records, y Concord adquirió Fantasy en una linda ironía de los viejos tiempos. En los '70s, Fantasy era el gran independiente y Concord era una compañía pequeña de jazz. Por supuesto, Fantasy era grande porque tenía a Credence Clearwater. Pero en una vuelta del destino, Concord compró a Fantasy y los tipos de Concord / Fantasy resultaron buena gente y es por eso que estoy con ellos.

¿Cuán difícil es condensar tu catálogo de canciones en sólo 25 para el cd?

La idea para el cd era que lo querían limitar a 25. Un cd y un envoltorio sencillo. Si empezás a meter muchos temas o dos cds, te acercás a la idea de una caja. Que es lo que quisiera hacer eventualmente algún día. Muchos otros artistas ya tienen cajas hace tiempo. Se necesita más gente y más tiempo.

¿En qué trabajás en estos momentos?

Lo siguiente será un DVD, que ya está grabado. Es un concierto en vivo. Pero todavía no vi lo filmado, he escuchado un poco la música, que suena genial, pero está todo en pañales.

Vos y Keith Urban grabaron un episodio para CMT Crossroads (1) en Los Angeles. ¿Qué tipo de respuesta has recibido a eso?


John Fogerty y Keith Urban

Ha sido una muy, muy buena respuesta. Keith es un tipo fabuloso. Y lo considero un amigo. Esto comenzó como un proyecto y yo no sabía mucho de él. Pero fui a conocerlo y vi uno de sus shows en Los Angeles y me convertí en un gran fan. Desde entonces he escuchado todos sus discos. Es un absolutamente genial guitarrista y soy un gran fan de quien pueda tocar la guitarra. Resultó ser un buen tipo. Nos divertimos mucho con el show y jugando con nuestra música y cómo nos íbamos a presentar, cantanto y bobeando. Fue uno de los mejores momentos de mi carrera y espero trabajar de nuevo con él. That's one of the highlights of my career. It really is. I hope, at some point, to get to do some more work with Keith.

¿Escuchás country estos días?

Un poco. Escucho la radio country aquí en Los Angeles. Cuando escucho que alguien está pegando fuerte, voy y compro su cd. Soy un gran fan de toda la carrera de Alan Jackson. Te explico, no tengo que escuchar su cd antes. Voy y lo compro. De hecho, la última canción que toco en mis giras cada noche es "Mercury Blues" (2). Alan está llevando, en mi parecer, la antorcha eterna de lo que la música country es. Podés interpretar eso como quieras. La música Country está en buenas manos con Alan Jackson y nunca me tengo que preocupar que pasa si él la maneja. También soy un gran fan de Merle Haggard. Amo la era dorada de la Música Country. Creo que cualquiera se puede dar cuenta de eso oyéndome hablar y tocar mi música.

(1) CMT Crossroads es un show televisivo producido por la cadena Country Music Television, donde un artista de rock y otro de country tocan juntos e interpretan sus temas.

(2) Mercury Blues es uno de los grandes éxitos de Alan Jackson.

Traducido por R.Tejeiro de una entrevista aparecida en www.cmt.com