Rancho Taxco 2018 - 2da. Edición

Este sábado 10 y domingo 11 de marzo, tuve la dicha de asistir a este importante evento que tuvo lugar cerca de Ezeiza en Buenos Aires. Y digo dicha pues durante esos dos días, experimenté esa agradable sensación que la vida tiene con momentos que merecen vivirse a pleno y disfrutarlos, y esto debido a que permanentemente los artistas sobre el escenario mostraron una amplia sonrisa y la buena onda aplicadas a que los espectadores tuviéramos una vivencia difícil de olvidar. El lunes nos queda la clara sensación de que recargamos las pilas del optimismo. También en este concepto hay que incluir a los organizadores, el matrimonio Grassi, Mirtha y Fabián y a su hija, que han sido muy amables y dispuestos a allanar cualquier inconveniente. Muchas gracias.

De antemano voy a pedir disculpas pues este comentario del festival no va a poder ser el cien por ciento de lo que hubiera deseado, ya que no fui preparado con el grabador y la cámara y recurriré a mi memoria para ir desarrollándolo, ya que existieron muchas cosas buenas que merecen mencionarse. De entrada nomás, quedé gratamente sorprendido por el predio. Yo iba con la idea de tener que soportar un día de mucho calor y al rayo del sol, pero hete aquí que no siendo ese corredor central frente al escenario, hay abundancia de árboles altos, preferentemente plátanos, que mitigan la alta temperatura reinante, y entre éstos, decenas de mesas de hormigón con sus respectivos bancos y fogones, donde el público puede ubicarse, sin renunciar a la buena calidad de sonido.

Abrieron el espectáculo Los Siete Pistones, banda que nunca habíamos visto actuar y que nos dejaron una muy favorable impresión con una instrumentación muy completa y letras en castellano. Conversando con su líder, me manifestó que hace ya dieciséis anos que está en esta música con distintas integraciones, lo cual le asegura buena experiencia.

A esta altura del espectáculo, me encontré con Dario Enriquez, quien estuvo presente en el primer festival de Música Country de Montevideo actuando junto a su compinche de juventud, Jorge “ Don Gato” Castillo. Me contó que ha formado un grupo de rockabilly y que estarán en el próximo festival y no dudamos de que así será ya que él es muy buen intérprete de guitarra electro acústica y contrabajo. Y al lado estaba el campamento de los muchachos de Country Gruñón que me los presentó D.R. Freddy, con quienes conversamos un rato también, por lo cual si bien oíamos perfectamente la música proveniente del escenario, con muy buenas actuaciones de Dober Cover, Los Revival, con selecto repertorio, y Jorge Kokor.

Julio Cavallaro y Rebeca Caldera

A continuación, un punto fuerte del festival, con la fuerza, la energía y también la simpatía, proveniente der Brasil, de Texas Hammer, que sacudieron a todos los que estábamos presentes. Dura tarea le cayó al siguiente grupo, pues la audiencia estaba en vilo, pero con la solvencia de muchos anos sobre el escenario y un repertorio cuidadosamente elegido, Old Richard y su banda se las ingeniaron para redondear una excelente actuación. A esta altura en lo personal, extraño los temas con aquel sabor del sur profundo y del Mississippi de hace diez anos de Old Richard pero no hay duda que el público se prende y responde con la línea actual.

Turno de actuar para Gus Di Bella y su trío, quien nos sorprendió con un repertorio country rock y rock sureño, ya que hasta ahora cultivaba una línea más tradicional, pero no caben dudas de que este artista ha alcanzado una madurez y solvencia que le permiten encarar cualquier subgénero country. Nos deleitó con exquisitas versiones de temas como ATake it Easy", "Ramblin’ Man" y otras, entre ellas, una hermosa que si mal no recuerdo, se llama "Return of the Grievous Angel". En fin, una actuación para escuchar concentrado.

Siguen Rebeca Caldera & T.C.R. que apretando el acelerador, nos sacuden con temas mucho más movidos que a los que estábamos acostumbrados con esta banda, pero es evidente que ya tienen un estilo consolidado más la calidad vocal de Rebeca, para ejecutar lo que se propongan. Una mención para un momento muy alto de su actuación cuando se trenzaron Carlos Ruiz (bajo) y la primera guitarra en un mano a mano que capturó la atención de todos.

Bajamos las revoluciones pero no la calidad, con el siguiente artista, Adrián Tigen, quien solo en ese amplio escenario, lo llenó con su impecable estilo vocal y excelencia en su guitarra, al servicio de algún cover y temas propios.

Dos grupos aunaron sus fuerzas para una conjunción muy pero muy interesante que nos brindaron excelente música a la cual hay que prestar atención porque no es estridente sino cálida y afiatada . Un deleite escuchar a Mahoganys & Syncerus .

A continuación, dos nombres ya tradicionales y con mucho prestigio en el panorama country de Argentina: Marcos Lenn y Marcos Farragut, quienes fieles a sus respectivos estilos, revalidaron sus laureles en esta edición de Rancho Taxco.

Turno para una de las grandes bandas de Argentina: Wanted. Desde hace varios años, nos vienen deleitando con un sonido 100 % country y de gran calidad y ajuste, al servicio de temas cuidadosamente elegidos. Un placer escucharlos.

Continuando con el desarrollo del evento, actuó La Rockabilera del Sur, dejándonos temas que si bien no están en el mainstream country, no desentonan para nada en un festival como este, y nos dejaron interpretaciones sólidas adecuadas a su estilo musical.

La noche del sábado tuvo un final anticipado debido a la lluvia, cuando esperaban para actuar Adoracao Country, Country Gruñon y Muñe & The Poorboys.

El domingo tuvimos un hermoso día muy apropiado para espectáculos al aire libre, abriendo el evento Estación 39 con una interesante actuación para seguir de cerca en el futuro y a continuación la Familia Lajtavary con su show familiar y pleno de simpatía y frescura con el que establecen ese intercambio con el público.

Presenciamos ahora la actuación de un cuarteto que gracias a la colaboración del amigo Gus,Di Bella, obtuvimos la integración que es como sigue: Iván Granelli, bajista, en percusión Mariano “El Pulpo”, Nicolás Constantinidis en guitarra y la voz de Victoria Sarinelli, y qué voz. Un timbre de voz poco común y con un caudal amplio, aplicada a temas muy bien elegidos ya que se adaptan a su estilo. Ubicábamos a esta cantante actuando con el grupo Pasto Loco, donde su parte queda algo disimulada por la instrumentación de la banda, pero en este grupo se destaca nítidamente y no titubeamos en decírselo personalmente. En resumen, muy disfrutable la actuación de este cuarteto.

Siguen Los Solitarios, un sexteto que ellos describen como country porteño y la verdad que redondean un sonido propio y muy disfrutable plasmado en tres cds que en próximos días escucharemos a fondo. El show continúa con un grupo ecléctico y diferente a todos los demás: se presentan como bluegrass pero abarcan otras corrientes y esperaremos otras actuaciones para ubicarlos más ajustadamente a los Angry Zeta. La Blues Ayres Band es una muy buena banda con variado repertorio con tendencia a un par de formas de blues.

Suben al escenario Nati Bravo Band, una muy agradable sorpresa ya que, en lo personal, fue la primera oportunidad en que pude presenciar una de sus actuaciones. Buen sonido y ensamble instrumental y una voz muy clara al frente, con un estilo de música country muy actual que, nos animamos a opinar, está inspirado en Shania Twain .

Siguió una actuación similar a las que nos tiene acostumbrados Radio Texas con excelentes versiones de temas clásicos como "Folsom Prison Blues" y "Drivin¨ My Life Away".

Nos vamos a detener un poco más sobre Orlando Curti: este artista ha evolucionado recientemente en forma muy auspiciosa, tanto en lo que tiene que ver con su actuación propia, más madura, más segura, como la definición de la banda que lo respalda, incluso con la incorporación de una pedal steel guitar con D.R. Freddy, con esta base ha encarado temas clásicos como "On the Road Again", "I'm a Lonesome Fugitive" y otros temas menos conocidos y difíciles de encarar como "Five Feet High and Risin'", "Amanda" o "Got My Mojo Workin'". Avanti por este ruta.

Nos quedamos con ganas de escuchar más temas de Billy La Rocka, apenas cuatro creo, para este este excelente cultor de la corriente Rockabilly. Por suerte, dentro de lo poco que cantó, nos regaló, como si lo hubiéramos pedido, esa versión muy suya, redondita, de "Sea of Heartbreak".

Por motivos biológicos, no pudimos presenciar a La Banda Rock Country, sobre la cual teníamos expectativas basadas en comentarios que nos hicieron, pero volvimos cerca del escenario justo a tiempo para deleitarnos con Adoracao Country y su música única con excelentes temas respaldados por brillante instrumentación y una energía contagiante.

Solvencia, experiencia y convicción habituales en la actuación de Fernando Goin, poseedor de un estilo propio y temas también propios, respaldado por la solvencia de su hijo en batería y Carlos Rotondaro en bajo.
Dos estupendos trabajos, con estilos de música bien diferentes, nos regalaron Tennessee con su estilo country tradicional y Far West, abarcando temas de CCR pero con su propio y acreditado estilo. Seguimos presenciando muy alto nivel con el quinteto The Rey Band, muy buena banda con estilo propio y definido interpretando temas de muchos, muchos compases por minuto, a los cuales Anita Rey, al frente, condimenta con su particular energía y despliegue físico.

Casi al cierre, No Bull. Una banda que parece no tener techo. Despliegan una solvencia y un ensamble cada vez mayor, aunque parezca imposible. Como si fuera poco, nos sorprendieron con un tema instrumental antiguo llamado "The Irish Washerwoman" , yendo al frente los dos violines de Martín Ficher y Diego Velázquez. Memorable ejecución que perdurará en mi memoria, de un tema que conocí hace muchos años a través de mi inolvidable amigo y excelente músico Daniel Viera (Hickory Wind).

Y finalmente el cierre del evento a cargo de la banda brasileña Texas Hammer. Esta gente son muy buenos músicos, tienen excelente repertorio, gran ensamble y buenas voces, pero por si fuera poco, despliegan sobre el escenario una simpatía, una permanente sonrisa y una alegría contagiosa, que captan la interacción permanente con el público. La frutilla sobre la torta, para un adecuado cierre de este evento, disfrutable, de dos días . Gracias a la organización, por este esfuerzo con resultado excelente.

Julio Cavallaro, para A.M.C.U. (Asociación de Música Country de Uruguay)